¿EXISTEN MÁS TCA´S FUERA DE LA BULIMIA Y ANOREXIA?
La respuesta es SI, y se les denomina TANE (Trastornos Alimentarios No Especificados). También se les puede denominar como trastornos alimentarios subclínicos.
Estos no cumplen con ninguno de los trastornos específicos reconocidos en el DSM-IV-TR (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).
Para diagnosticar estos trastornos debe existir una relevancia clínica en la sintomatología y especificar cuál de los criterios de anorexia nerviosa o bulimia nerviosa no se cumple.
Es el trastorno más común en clínicas de atención ambulatoria con una prevalencia promedio del 35-60% (sobre todo en mujeres).
Hablamos de:
- TA (atracón): altamente prevalente en individuos obesos. Sentimiento de culpa sin conductas compensatorias (vómito, ayuno, ejercicio excesivo...)
- Pica: ingesta persistente de sustancias no nutritivas (tierra, metal, papel, etc.) durante un periodo de al menos un mes.
- Vigorexia: preocupación obsesiva por el físico y distorsión del esquema corporal, acompañados de una adicción a la actividad física con el fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal.
- Ortorexia: obsesión por comer alimentos considerados saludables por la persona, lo que incluso puede llevar a una desnutrición severa y a la muerte. Típicamente se evitan las grasas, conservantes o productos animales.
- Síndrome del atracón nocturno: caracterizado por anorexia matinal, hiperfagia vespertina e insomnio.
CARACTERISTICAS
- Conductas perfeccionistas: hay una preocupación por los errores. Factor relevante en la etiología de los TCA's.
- Insatisfacción corporal.
- Interiorización del ideal sociocultural de delgadez.
- Hábitos exigentes de la actividad física: características más comunes en atletas femeninas: preocupación por los alimentos, consumo de energía, distorsión de la imagen corporal e insatisfacción con el peso corporal, intenso temor a aumentar de peso, ingesta alimentaria influida por sentimientos de desprecio hacia sí misma, ausencia de trastorno médico que explique la restricción energética y disfunción menstrual.
Incluyen formas de nutrición y alteraciones en la imagen corporal que no se ajustan claramente a las categorías más conocidas -anorexia nerviosa y bulimia nerviosa-, que dificultan la capacidad de vivir una vida óptima, interfiriendo con aspectos integrales de salud, trabajo, rendimiento académico o laboral o relaciones interpersonales.
SINTOMAS Y SIGNOS FISICOS DE ALARMA
- Pérdida de peso de origen desconocido en jóvenes, sobre todo de sexo femenino.
- Fallo en el crecimiento normal para la edad y peso del paciente.
- Irregularidades de la menstruación o amenorrea.
- Se aprecia debilidad. En periodo de exámenes, por ejemplo, llegan a producirse desmayos por no haber desayunado.
- Complicaciones médicas por ejercicio físico abusivo.
- Osteoporosis en jóvenes.
- Hirsutismo o lanugo.
- Anomalías dentarias.
- Hipertrofia parotídea.
- Callosidades en los nudillos de las manos.
- Constante sensación de frio.
SINTOMAS Y SIGNOS CONDUCTUALES DE ALARMA
- Comer en solitario, desaparecer inmediatamente después de las comidas y encerrarse en el baño.
- Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación estos.
- Miedo exagerado al sobrepeso o a la ganancia ponderal.
- Creciente interés en temas gastronómicos, ropa y modas.
- Valoración del peso o figura como prioridad. Precaución exagerada por la imagen (pesaje frecuente) y mala imagen corporal (rechazo hacia ella). Uso exclusivo de pantalones y tendencia a ocultar ciertas partes del cuerpo.
- Evitación de alguna comida o alimento de forma frecuente.
- Retraimiento de amistades y compañeros.
- Aumento de actividades "útiles" y horas de estudio.
- Miembro de un subgrupo vulnerable de población (bailarinas, modelos, gimnastas, actrices, etc.)
- Periodos de semiayuno alternados con ingesta normal.
- Mantenimiento crónico de dietas hipocalóricas (tres o más
dietas de adelgazamiento el último año), en especial en ausencia de obesidad o sobrepeso.
- Humor deprimido e irritable.
- Pérdida de interés o placer frente a las actividades cotidianas.
- Hiperactividad.